
La primera pregunta que me hago es: ¿por qué editar nuevas historias de Spirit sin Will Eisner? ¿Por qué se siguen editando en los periódicos usacas esos mendicantes y lastimosos Príncipe Valiente, The Phantom, Flash Gordon o Popeye? Obras maestras un día, hoy sólo dan ganas de llorar porque piden a gritos una muerte digna.
Decía Goethe: “Quisiera que el escenario fuese tan delgado como una cuerda, para que ningún necio osara subirse a él”. Darwyn Cooke, estupendo artista, ha demostrado con el número 1 de Spirit haber sabido devaluarse a necio goethiano. Creo que no se puede tratar a Spirit de cualquier manera, y desgraciadamente, Cooke lo hace. Es como volver a rodar una película sobre el Ciudadano Kane y hacerla sólo por la pasta, con la imaginación sólo puesta en la cuenta corriente, que total, nadie se va a dar cuenta, sólo por darle gusto a cuatro pringaos que aún son capaces de pagar por cualquier chorrada que diga Spirit en la portada. Y es que, frente al siempre inspirado Eisner, encontramos un rutinario Darwyn Cooke en guión y planificación. Pero lo que es peor: se nos propone una degradación del mito negándonos el pan y la sal de aquellos elementos estructurales que no estaban en The Spirit por casualidad y que formaban parte indisociable de su encanto: la splash-page inicial, el formato de historia corta, la condensación argumental, la galería de personajes recurrentes, la alternancia entre comedia y drama, la crítica social, el cuestionamiento de la moral oficial, el dibujo expresionista, y un largo etcétera de elementos que convierten a este Spirit en un subproducto que no gustará a las nuevas generaciones, porque nada tiene que ver con ellas, ni complacerá a quienes crecimos degustando una obra prodigiosa desde el punto de vista narrativo y artístico. Y es que, desgraciadamente, esta primera historia del nuevo Spirit es indigna, no sólo de Spirit por ser un gran clásico, sino de cualquier superhéroe DC, porque han reciclado a un personaje emblemático para hacer con él algo que nunca fue y que no se permitirían con otros personajes emblemáticos del universo DC: un superhéroe de cuarta o quinta categoría.
The Spirit, 1. DC comics. Guión y dibujos de Darwyn Cooke. (*, de 4).
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